Juan José Montes de Oca fue el iniciador en nuestro país de la enseñanza moderna de la cirugía en el quirófano, junto al enfermo y mediante autopsias. Nació en Buenos Aires el 10 may 1806. Fue el médico del Hospital General de Hombres, director de Anatomía Descriptiva y Topográfica, y profesor de Anatomía y Fisiología. Fue desterrado trasladándose a Montevideo y luego a Río de Janeiro, donde pudo continuar con su profesión. Volvió a Buenos Aires después de la caída de Rosas en 1852.
Juan José Montes de Oca
Médico
a .a Nació en Buenos Aires el 6 de mayo de 1806.
Murió en Buenos Aires el 22 de febrero de 1876.
Probablemente fue el primer gran cirujano argentino en el sentido moderno. Dejó destacados discípulos en esta especialidad. Fue el principal organizador de la escuela médica que, erigida en Facultad, renació después de la batalla de Caseros (1852). Espíritu progresista y reformador, como profesor se distinguió por haber establecido por primera vez en nuestro medio la enseñanza práctica de la clínica a la cabecera del enfermo y por el rígido sentido del deber que se imponía a sí mismo y cuyo cumplimiento exigía igualmente a sus colaboradores y discípulos.
Juan José Montes de Oca nació en Buenos Aires el 6 de mayo de 1806. En 1822 ingresó al curso inaugural de la flamante Escuela Universitaria, donde enseguida mostró excelentes aptitudes para el estudio de la anatomía y la práctica de la cirugía. En febrero de 1826 fue designado director anatómico de la escuela y meses después, con sólo veinte años, quedó interinamente a cargo de la Cátedra de Anatomía. Al año siguiente se doctoró como el mejor alumno del curso con una tesis sobre El cólera morbus.
En 1828 fue designado para ocupar la cátedra titular de anatomía y fisiología. El joven profesor impartió la enseñanza anatómica en forma práctica sobre cadáveres, y su pericia de disector le valió reconocimiento público como cirujano y alcanzó pronto gran reputación profesional y alto concepto social.
Montes de Oca no tenía actuación política, pero tenía amistades unitarias, lo que dio motivo a Rosas, en el poder, a separarlo de sus cargos de catedrático y médico del Hospital General de Hombres en 1835. Montes de Oca enfrentó la persecución rosista y fue encarcelado en febrero de 1839. Poco tiempo después fue autorizado a expatriarse y se embarcó en un buque que tenía a Francia como destino. Pero cuando el barco que lo conducía hizo una escala en Montevideo, decidió refugiarse en aquella ciudad, como tantos otros proscriptos argentinos. En Uruguay se desempeñó como Profesor de Medicina y Cirugía en la Junta de Higiene de la República Oriental y como cirujano en los hospitales de sangre durante el sitio de Montevideo.
Apremiado por la pobreza, viajó con su numerosa familia a la isla de Santa Catalina, en Brasil, donde ejerció su profesión. Luego, los estudios médicos de dos de sus hijos y el deseo de actuar en un escenario profesional más amplio lo indujeron a establecerse en Río de Janeiro, donde pronto adquirió prestigio como cirujano y amplia clientela. Actuó en la epidemia de fiebre amarilla que azotó la ciudad desde 1849. Como temía que esta enfermedad llegara al Río de La Plata, escribió una trabajo sobre el tema cuya publicación en los periódicos de Buenos Aires fue autorizada por los preceptos higiénicos y preventivos que contenía.
Después de la caída de Rosas, Montes de Oca regresó a Buenos Aires y se transformó en el principal organizador de la escuela médica, luego erigida en Facultad.
En 1858 fue él quien advirtió que había llegado a Buenos Aires la primera invasión de fiebre amarilla, cuando comprobó en una enferma manifestaciones clínicas peculiares que había observado y estudiado ya en Río de Janeiro.
Además, difundió en Argentina la anestesia general clorofórmica que había comenzado a emplear durante su permanencia en Brasil. En 1862 asumió la Presidencia de la Facultad de Medicina, cargo para el que fue reelegido cinco veces consecutivas y que cumplió con notable eficiencia hasta su retiro de la enseñanza, en 1873. Ejerciendo este cargo, sus primeras iniciativas perdurables fueron, entre otras, la creación del Museo de Anatomía Patológica y de la Biblioteca de la Facultad; instituciones que, al ocurrir su deceso, fueron bautizadas con su nombre.
Durante catorce años ejerció funciones legislativas en la Cámara de Diputados y en el Senado de la Provincia de Buenos Aires.
Juan José Montes de Oca murió -víctima del agravamiento de una afección bronquiopulmonar y cardíaca crónica, que padecía desde tiempo atrás- el 22 de febrero de 1876, poco antes de cumplir 70 años.