Agustin Monteverde Portillo

• General Notes
  • Comerciante. Tenía potreros y ganado en La Cruz de Belen, y una casa grande, de tejas, ubicada al final de la calle San Antonio, hoy propiedad del señor Arturo Armas López, donde tenía un establecimiento comercial. Poseía ademas una embarcación: La Catalina, que desde el puerto fluvial de Clarines, cuando crecía el Unare, hacía viajes continuos a la Guayra.
    
    De don Antonio Monteverde se cuentan en Clarines muchas historias y como tuvo éxito en sus negocios hay quien afirma que tenía “un familiar”, un ente invisible que lo ayudaba en toda empresa o negocio que emprendiera.
    Don Antonio Monteverde criaba gatos. En su casa los tenía por montones, todos negros.
    Un día llegó a su casa un comerciante que vino expresamente de la Guayra para acordar con el un negocio del que ya habían tratado por correspondencia. Eran como las 11 de la mañana y allí, frente al espacioso corredor, de pie, esperó que lo atendieran. A poco comenzaron a llegar los gatos, de detrás de los porrones que tenían las matas en el patio, y de más allá, de la galería donde parecía que estaba el comedor.
    Cuando se presentó doña Catalina Bottaro, la esposa de Don Agustín Monteverde, el hombre preguntó extrañado:
    
    - “¿Señora, - y estas gatos?”
    - “Ah, esos son de Monteverde”
    - “Negros, .- ¿Todos son negros?
    - “Si”, le contestó la señora, y agregó:
    - “el no acepta ninguno de otro color”
    
    El hombre ni se despidió. Caminó rápido hacia la calle y cuando iba a mitad del zaguán se detuvo, volteó, y mirando a Doña Catalina le dijo:
    - “Señora, por favor, dígale a Monteverde que yo no hago con el ningún negocio. El sabe quien soy yo, y a que vine a Clarines.
    
    Don Agustin Monteverde y su esposa doña Catalina Bottaro se fueron de Clarines para Caracas el año 1.915. NO tuvieron descendencia