otorgó testamento cerrado en la villa de Arahal, que fué abierto en 16 de Marzo de 1558, por el que fundó una capellanía que había de servirse en la iglesia de la Magdalena, dotándola con diversos bienes, con que se sustentase honradamente el Capellán que la sirviese, nombrando para este cargo perpetuo a su hijo Juan Arias Martín de Reina.
Declaró como herederos universales a Antonio García de Antequera, y a Ramón de Reina, Juan Arias, Miguel Arias y Bartolomé Reina, su hijo y de Beatriz Reina su primera mujer; y a Isabel Arias, su hija y de Inés Díaz su segunda mujer.